¿Cómo limpiar un fósil? (paso a paso)

pasos para limpiar un fosil
Luis Domenech

Limpiar un fósil es un proceso delicado y requiere cuidado y atención para evitar dañar el fósil.

A continuación veremos los pasos detallados a seguir para limpiar un fósil:

1. Evaluación del fósil

Lo primero que debes hacer es examinar cuidadosamente el fósil para determinar su estado y qué tipo de suciedad o depósitos necesita ser eliminados.

Esta evaluación te ayudará a seleccionar las herramientas adecuadas para la limpieza y a decidir el tipo de limpiador que debes usar.

2. Selección de herramientas

Elige las herramientas de limpieza adecuadas según la naturaleza del fósil y la suciedad que se debe quitar.

Las herramientas comunes incluyen cepillos suaves, pinceles, raspadores, agujas, hisopos y cepillos de dientes.

3. Preparación de la superficie de trabajo

Prepara una superficie de trabajo limpia y nivelada, preferiblemente con un revestimiento suave para evitar dañar el fósil.

Coloca el fósil sobre la superficie y asegúrate de tener suficiente iluminación para poder ver los detalles del fósil.

4. Protección de la seguridad

Usa guantes de goma y gafas protectoras para proteger tus manos y ojos durante la limpieza.

Algunos depósitos pueden ser tóxicos, por lo que es importante protegerse.

5. Remoción de depósitos grandes

Emplea herramientas como pinceles, cepillos y raspadores para quitar depósitos grandes, como el barro o la arena.

Trabaja con cuidado y paciencia para evitar dañar el fósil.

6. Eliminación de depósitos pequeños

Utiliza herramientas más delicadas, como agujas o cepillos suaves, para eliminar depósitos más pequeños sin dañar el fósil.

Trabaja con mucho cuidado y en áreas pequeñas para no dañar los detalles del fósil.

7. Eliminación de manchas persistentes

Para manchas persistentes, usa solventes suaves, como el agua o el alcohol isopropílico, y aplica con un hisopo o un cepillo suave.

Es importante tener cuidado de no aplicar demasiada presión para evitar dañar el fósil.

8. Enjuague final

Enjuaga cuidadosamente el fósil con agua destilada para eliminar cualquier residuo de limpieza y asegurarte de que el fósil esté completamente limpio.

No uses agua corriente, ya que puede contener minerales que pueden dañar el fósil.

9. Secado

Coloca el fósil en una zona limpia y seca para secarlo completamente antes de almacenarlo o exhibirlo.

Es importante asegurarse de que el fósil esté completamente seco antes de guardarlo.

10. Documentación

Documenta el proceso de limpieza, incluyendo los materiales y herramientas utilizados, para mantener un registro preciso del tratamiento del fósil.

Esto te ayudará a recordar los pasos que tomaste y te permitirá compartir tu experiencia con otros.

→ Para más información sobre fósiles hemos creado una guía completa que podéis encontrar en el siguiente enlace: Fósiles: ¿Qué son y cómo se forman? | Guía completa

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